Lo siento mucho, pero el día de hoy no me apetece hablarte sobre inversión inmobiliaria.
Durante las últimas semanas mi corazón, mi alma y mi pensamiento han estado completamente con las víctimas de la catástrofe de Valencia, y por ello este mensaje de apoyo va para ellos.
No soy de Valencia, ni tengo familiares o amigos cercanos allí, por eso tan sólo puedo imaginar el dolor, la rabia y la impotencia que deben de sentir nuestros compatriotas y hermanos. No sólo por el hecho en sí, que es una catástrofe natural difícilmente evitable, sino por la dejadez y el abandono posterior que han sufrido por parte de nuestras autoridades (TODAS).
Ni si quiera a día de hoy, 22 de noviembre, más de tres semanas después, se saben a ciencia cierta el número total de víctimas mortales que ha habido. Es algo totalmente increíble, digno de la novela «1984» de George Orwell.
El nivel de manipulación y de cinismo ha sido brutal, y mira que el listón estaba bien alto, después de tantos y tantos despropósitos vividos, pero aquí se han superado. Acusación de bulos y desinformación, canales y cuentas censuradas, propagación de mentiras, dejación de funciones inaudita… Y el resultado fue la «cálida bienvenida» que dieron a nuestro bien amado Pedro Sánchez, presidente del gobierno. Eso sí, pocas horas después salía en televisión haciendo lo que mejor saben hacer y declarando que se trataba de un «grupo marginal de violentos«. Tócate los bemoles Pedrito.
SÓLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO
Pero también hay que destacar lo positivo. Y es que el pueblo se volcó. Tanto que nuestros queridos mandatarios, muy solidarios ellos, tuvieron que dar órdenes de que nadie más se acercara a la zona de Valencia, como se está comenzando a saber ahora. Otro atropello más que nos tocó aguantar, pero aún así, hasta allí se movilizaron miles de ciudadanos de todo el país (incluyo de la vecina Francia) para poner su granito de arena.
Después nos enteramos que desde El Salvador el admiradísimo y valiente presidente Nayib Bukele quiso mandar 300 socorristas y más de 20 toneladas de suministros. ¡Ojo! Desde El Salvador. Estamos hablando que un país infinitamente más pequeño y con menos recursos que España hizo el inmenso esfuerzo de querer enviar ayuda a nuestros compañeros y compatriotas. ¿Cuál fue la respuesta de nuestro actual Gobierno?: ¡No, gracias! No necesitamos nada.
Pero es que no fueron los únicos rechazados los salvadoreños, no. Desde el Gobierno de Francia aseguraron que 250 bomberos estaban listos y preparados para partir hacia Valencia en labores de rescate y ayuda. Esto fue apenas unos días después de producida la tragedia. ¿Adivináis cual fue la respuesta de nuestras administraciones? ¡No, gracias! No necesitamos nada.
CRIMINALES.
Por cierto, me van a perdonar el despiste, pero no vi ni una sola noticia relacionada con la ayuda que mandó nuestro querido vecino Marruecos o nuestro santísimo padre Estados Unidos a España en un momento tan delicado.
Y así siguen, apartando barro, lodo y coches volcados de en mitad de las calles, más de tres semanas después. Recibiendo la ayuda por parte del Gobierno con cuenta gotas, ahora os mando 500 soldados, después 1.500 y así, ahora un par de camiones cisterna… Y si no fuera por el pueblo, estarían totalmente abandonados.
¿Hasta cuando vamos a seguir permitiendo todo esto? He aquí la gran pregunta que todo el mundo se hace pero nadie sabe responder; ¿Hasta cuando?